sábado, 5 de noviembre de 2016

La luna cuando está finita.

Hoy ha llovido muchísimo. 
Salgo a la calle.
Petricor.
En casa hace frío.
Tengo más capas de ropa encima que una cebolla.
He desayunado café, ardía.
He  estudiado para mi examen de la semana que viene (unas cuantas páginas menos de las previstas).
Suena ‘La fuga’ de fondo.
Y me doy cuenta que al escribir estas gilipolleces, ya he empezado a desnudar sólo una pequeña parte de las que se vienen encima.
Supongo que quien me lea, querrá saber a qué, o a quién se enfrenta. Es irónico, porque la verdad, es que no lo sé ni yo.
Se podría decir que escribo, aún no tengo claro si bien o mal, pero escribo. Escribo sobre mí, y sobre ti seguramente. A veces -con suerte- me salen cosas bonitas, otras, no consigo contar menos de seis palabras malsonantes en cada frase.
Poesía por aquí, críticas y opiniones por allá, relatos cortos entre medias, o simplemente los detalles de mi día a día (si consiguen importarles a alguien).
Si os gustan los atardeceres, la luna cuando está finita, callejear por Madrid –o por cualquier lado-, las revoluciones, los planes improvisados, el rock and roll, los buenos libros, las entradas de conciertos, los viajes express (y no tan express), y el arte en todas y cada una de sus manifestaciones, este es vuestro sitio.  

                                                                    

-Y si os gusta todo lo contrario, también sois bienvenidos. -

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